San Faustino Míguez fue un religioso que llegó a Sanlúcar de Barrameda y nos dejó un gran legado, el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora. A continuación te propongo saber cómo fue la vida de este Santo:
El milagro reconocido:
Aquí comparto las actividades que he preparado para que el alumnado pueda realizar desde casa durante estas semanas en las que nuestra actividad escolar sigue afectada por la situación del COVID-19.
San Faustino Míguez fue un religioso que llegó a Sanlúcar de Barrameda y nos dejó un gran legado, el Instituto Calasancio Hijas de la Divina Pastora. A continuación te propongo saber cómo fue la vida de este Santo:
El milagro reconocido:
En 1947 se comenzó a organizar una velada en honor a la Divina Pastora de las Almas, en la Plaza de Capuchinos. El lugar de celebración de esta velada se extendería rápidamente, ubicándose en 1972 en el Paseo de la Calzada, por motivos de espacio, con el nombre definitivo de Feria de la Manzanilla.
A finales de mayo se puede disfrutar en Sanlúcar de esta tradicional
fiesta andaluza, en la que se ensalza, como su propio nombre indica,
el vino local: la Manzanilla.
El Real, o recinto ferial, se ubica a lo largo del Paseo de la
Calzada (frente al Paseo Marítimo) por lo que este agradable entorno
favorece al disfrute del acontecimiento.
Historia
La Semana Santa es el periodo sagrado del cristianismo que se sucede desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, ambos incluidos, y se corresponde con el tiempo más intenso del año litúrgico. En ella se rememora la última semana de Cristo en la tierra y es el período de más viva actividad dentro de la Iglesia por ser la Semana en la que se hace un memorial de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.
Durante el Domingo de Ramos se recuerda la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, con el pueblo agitando ramos y palmas y recibiéndole como a un rey. Por eso los asistentes a la misa llevan ramos y palmas.
En el Jueves Santo Jesús celebró con sus discípulos la Última Cena e instituyó la Eucaristía, la transustancia del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo. Es una despedida de sus seguidores, y un gesto de humildad para con ellos al inclinarse Jesús para lavarles los pies.El Viernes Santo recuerda la Pasión de Cristo, cuando Jesús fue hecho prisionero, interrogado, golpeado, condenado a muerte, y crucificado tras la coronación de espinas.
En el Sábado Santo se recuerda especialmente a la Virgen María, por el sufrimiento tras la muerte de su hijo que está en la sepultura; es un día de espera y recogimiento. Durante la noche se realiza la vigilia pascual.El Domingo de Resurrección es el día más feliz y más importante porque se celebra la resurrección de Jesucristo. La palabra Pascua significa paso, y en este día se celebra el paso de la muerte a la vida, vida que Jesús entrega a sus fieles abriéndoles las puertas del cielo.
La hermana Tierra llora por el daño que le hacemos a causa del uso responsable de los bienes que Dios ha puesto en ella. Pero sabemos que las cosas pueden cambiar. La humanidad aún tiene la capacidad de colaborar para construir la casa común. (Laudato sí, números 2 y 13)
En el año 2015 el Papa Francisco escribió una carta llamada "Laudato sí" donde nos invita a ser más respetuosas con la naturaleza y anima a los ciudadanos a ser más ecológicos.
La celebración de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, cierra el Año Litúrgico en el que se ha meditado sobre todo el misterio de su vida, su predicación y el anuncio del Reino de Dios.
La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Durante el anuncio del Reino, Jesús nos muestra lo que éste significa para nosotros como Salvación, Revelación y Reconciliación ante la mentira mortal del pecado que existe en el mundo. Jesús responde a Pilatos cuando le pregunta si en verdad Él es el Rey de los judíos: "Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí" (Jn 18, 36). Jesús no es el Rey de un mundo de miedo, mentira y pecado, Él es el Rey del Reino de Dios que trae y al que nos conduce.